Postulados teóricos del
modelo de mecanismos tensionales
1. Los esfuerzos
conscientes y/o inconscientes de los sujetos por evitar pensamientos, emociones
o sensaciones fisiológicas que les resultan desagradables y que han sido
desencadenados por una determinada situación estimular producen, paradójicamente,
el efecto contrario; es decir, estos pensamientos, emociones o sensaciones
fisiológicas se harán más intensos a medida que el sujeto se esfuerza por
evitarlos, reprimirlos o controlarlos.
2. Este aumento de la
intensidad de esos pensamientos, emociones o sensaciones fisiológicas
desagradables produce una tensión psicológica y/o fisiológica displacentera
que solo es descargada por el sujeto llevando a cabo una compulsión conductual y/o
mental relacionada con los estímulos desencadenantes de tales pensamientos,
emociones o sensaciones fisiológicas.
El primer postulado está basado en el Trastorno de evitación experiencial (Hayes et
ál., 1996), que hace referencia a una dimensión funcional del sufrimiento
psicológico en el que una persona se halla envuelta de forma crónica y
persistente, a pesar de lo desadaptativo que esto le resulta para su vida.
Básicamente, lo que sus defensores proponen es que los esfuerzos de una persona
por evitar ciertos pensamientos, emociones o sensaciones fisiológicas de cualquier
tipo producen el efecto contrario. Se da la paradoja de que, cuando una persona
intenta evitar o suprimir algún pensamiento o emoción “X” asociado a un
determinado estímulo, necesariamente va a estar en relación o en contacto con
“X”. Por todos es bien conocido el ejemplo de “No pienses en un oso blanco” y
uno a continuación piensa, justamente, en un oso blanco. Esto ocurre porque el
enunciado “No pienses en un oso blanco” contiene el contenido que se pretende
evitar, “oso blanco”. Este fenómeno se ha puesto de manifiesto en varios
trastornos tales como:
·
las drogodependencias (Marlatt, 1994; Wulfert,
1994)
·
el trastorno obsesivo-compulsivo (Gold &
Wegner, 1995; McCarthy & Foa, 1990)
·
el trastorno de pánico (Craske, Street &
Barlow, 1990)
·
el trastorno de personalidad límite (Linehan,
1993; Stroshal, 1991)
·
la depresión (Dougher & Hackbert, 1994;
Luciano & Huertas, 1999)
·
la bulimia (Nash & Farmer, 1999)
·
las parafilias (LoPiccolo, 1994).
Por otro lado, el
segundo postulado tiene su origen en la Teoría de la
Terminación Conductual propuesta por McConaghy (1980). Dicha teoría
pretendía explicar por qué los sujetos que padecen parafilias necesitaban
llevar a cabo este tipo de conductas. Al parecer, cuando un sujeto se encuentra
ante una situación estimular parafílica, se produce una activación fisiológica
desagradable que solo desaparece llevando a cabo una conducta compulsiva de
contacto con ese estímulo. Este fenómeno seguiría un patrón de reforzamiento
negativo en el que el refuerzo de la conducta sería la eliminación de las
sensaciones de malestar y ansiedad producidas por la aproximación a los
estímulos parafílicos.
La Teoría de la Terminación Conductual (McConaghy, 1980)
recoge cómo un sujeto disminuye la ansiedad que le produce un estímulo llevando
a cabo una conducta compulsiva con dicho estímulo (produciéndose una descarga
de tensión psicológica y/o fisiológica), pero no explica por qué ese estímulo
produce ansiedad a los sujetos parafílicos. No deja claro por qué alguien
afectado de una determinada parafilia experimenta activación ante determinados
estímulos parafílicos y el resto de sujetos no. Para entender esto, habría que
bucear en la biografía personal de cada sujeto y buscar factores
predisponentes, precipitantes y de mantenimiento de su trastorno. Es aquí donde
cobra especial relevancia el primer postulado basado en el trastorno de
evitación experiencial (Hayes et ál., 1996). Los sujetos experimentarían
activación ante los estímulos parafílicos porque, a lo largo de su historia de
aprendizaje personal, se han sensibilizado debido a varios motivos, ante ellos,
considerando que deben ser evitados conscientemente y produciendo el
consiguiente aumento paradójico de activación. Mediante esta exposición del
Modelo de los Mecanismos Tensionales, que combina ambas teorías, la de
Evitación Experiencial (Hayes et ál., 1996) y la de Terminación Conductual
(McConaghy, 1980), se podrá entender mejor cómo se originan y se mantienen en
los sujetos distintas patologías entre ellas la masturbación patológica.
Referencia
bibliográfica
Jimenez, R. (2012). La génesis de las parafilias
sexuales y la homosexualidad egodistónica: el Modelo de los Mecanismos
Tensionales. Avances de Psicología Latinoamericana, 30, 1. Recuperado el
2018
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