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¿CÓMO SE ADQUIEREN LAS HABILIDADES SOCIALES?



     Desde la perspectiva del aprendizaje social, las habilidades sociales son conductas aprendidas y hay distintos mecanismos que pueden explicar su adquisición y mantenimiento.

Mecanismos que pueden explicar la adquisición de las habilidades sociales

1.    Reforzamiento positivo

2.    Experiencias de aprendizaje vicario u observacional

3.    Retroalimentación interpersonal

4.    Desarrollo de las expectativas cognitivas con respecto a las situaciones interpersonales.

1, Reforzamiento positivo

     A lo largo del desarrollo del individuo las conductas sociales se ejecutan y mantienen por sus consecuencias reforzantes. A medida que distintos tipos de situaciones sociales inducen consecuencias positivas tanto para el niño como posteriormente para el adulto resultarán reforzadas e incluidas en el repertorio interpersonal.

2. Experiencias de aprendizaje vicario u observacional

      Una de las principales aportaciones del aprendizaje observacional aportado por Bandura, fue señalar que la adquisición de habilidades no requiere la realización directa de la conducta. La observación de un modelo que exhibe una determinada conducta y la posterior ejecución de esa conducta por parte del observador (que realiza procesos de atención, retención, reproducción motora y reforzamiento) es uno de los mecanismos explicativos fundamentales de la adquisición de las habilidades sociales.

       La exposición a un modelo suele conllevar alguno de los siguientes efectos (Kelly, 1987):

1.       El observador adquiere una nueva conducta que no emitía anteriormente.

2.       La exposición al modelo hace que el observador emita con más frecuencia una conducta que ya existía (Efecto desinhibitorio)

3.       El observador reduce la frecuencia de emisión de una conducta que era frecuente antes de la observación del modelo (efecto inhibitorio)

     En el EHS una técnica esencial es el modelado que junto con el ensayo de conducta conforma una parte esencial del procedimiento de intervención.

3. Retroalimentación interpersonal

     En los contextos sociales, la retroalimentación es la información por medio de la cual otra persona nos comunica su reacción ante nuestra conducta. Si esta retroalimentación es positiva, fortalece ciertos aspectos de la conducta social tanto conductuales como cognitivos mientras que si es negativa debilita aspectos particulares de la conducta. Es decir, una conducta será fortalecida si, por ejemplo, el interlocutor dice “me gusta mucho que me escuches” o por el contrario se debilitará si dice “a mí no me vuelvas a hablar así”.

4.  Desarrollo de las expectativas cognitivas con respecto a las situaciones interpersonales.

     Las expectativas cognitivas son creencias o predicciones sobre la probabilidad percibida de afrontar con éxito una determinada situación.

Un predictor de la conducta social es la expectativa cognitiva que el sujeto tenga de desenvolverse con éxito dentro de una situación dada. En este sentido, una persona será capaz de mostrar las habilidades necesarias para afrontar una situación de forma efectiva si ha desarrollado por experiencia la expectativa cognitiva de que será capaz de lograrlo. Además, también hay que atender al valor subjetivo de un reforzador de forma que en función de ese valor la persona emitirá o no la conducta que conduzca a él (Rotter, 1954) Por ejemplo, si una persona sabe que puede hablar con sus compañeros de trabajo sin ningún problema, y eso le gratifica porque pueden trabajar de forma más efectiva, lo más probable es que cuando se traslade a un nuevo trabajo siga manteniendo esa misma conducta. En esta misma línea, Bandura (1987) formula las expectativas de autoeficacia señalando que determinan si la persona se va a exponer o no a determinar situaciones sociales en función de cómo piensa que las podrá afrontar.


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